Todos, incluso hasta el jugador que golpea la pelota se miran asombrados sin festejo alguno, mientras que el árbitro reglamentariamente otorga el gol.
Inmediatamente el equipo contrario saca desde el centro del campo y todo el equipo del Ajax se detiene cual si fueran muñecos de futbolín para permitir que el equipo contrario marque el gol (casi fallan). Esto, aunque parezca mentira, ha ocurrido en un campo de fútbol
Enviado por Maricoco
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